No estaba feliz, pero tampoco estaba triste... se sentía calmado, tranquilo y confiado... estaba dejando partir su mas grande tesoro... su pequeño pedazo de felicidad... porque sabia que no le pertenecía... nunca fue suyo... y nunca lo sería.... en ese momento todas su sabiduría salió a flote... y con un nudo en la garganta... tomó su mano y la soltó... tan suavemente que ella no lo sintió... estaba entregando parte de su alma... estaba dejando ir un pedazo de su vida.... estaba dejando a su paloma volar... volar tan alto... para nunca regresar....
Prologo
Hace 3 años.
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